Los contagios de coronavirus llevan creciendo en Estados Unidos desde la primera semana de octubre impulsados por dos subvariantes de Ómicron: BQ.1 y BQ.1.1, aparentemente más contagiosos que las anteriores, por la mínima inmunidad que presentan.
Según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), estas variantes representan el 5.7 por ciento de los casos registrados en Estados Unidos, sólo por debajo de las subvariantes BA.5 y BA.4.6, que desde agosto encabezan la lista de contagios en el país.
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